Cuida tu alimentación también en vacaciones
La celiaquía o la manifestación en nuestro cuerpo de la intolerancia al gluten, cada vez está más extendida en nuestra sociedad y requiere de una mayor infraestructura en cuanto al cuidado de las prácticas a llevar a cabo en lugares públicos como hoteles o restaurantes. Si bien en casa la rutina de qué comer o cómo separar los alimentos se hace habitual, la odisea comienza al salir a un restaurante o en tus vacaciones, ya que son numerosos los conceptos que hay que tener en cuenta. Es imprescindible la colaboración mutua de la persona celíaca con el personal de sala y cocina del propio restaurante. El primero deberá expresar detalladamente su situación de persona intolerante al gluten, es probable que en algunas ocasiones tenga que explicar lo que supone su situación y en qué necesita colaboración por parte de cocina. Esta, a su vez, tendrá que preparar los alimentos de forma especial y con ingredientes libres de gluten.
Usar un aceite diferente y limpio, no contaminar los utensilios con el contacto de alimentos que contengan gluten, tener un exagerado cuidado en revisar los ingredientes de ciertos preparados (salsas, condimentos, etc), son algunas prácticas básicas que el restaurante deberá tener en cuenta e incluir en su protocolo de actuación. Cada vez más, esta práctica está instaurándose en la restauración de forma cotidiana, poniendo a disposición permanente “en carta”, alimentos tolerantes para celíacos y destinando utensilios exclusivos para preparar estos platos y evitar así la transferencia indeseada de gluten.
A estas alturas, la concienciación cada vez es mayor por parte del sector turístico y ya existen organizaciones que asesoran sobre esta intolerancia, sus efectos y protocolos a llevar a cabo, como es el caso de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) o bien grupos que desarrollan portales de Internet en los que chequear restaurantes adaptados para celíacos en cada ciudad (http://www.viajarsingluten.com/), una gran herramienta a la hora de salir de viaje. Sin duda, el mundo digital e Internet, han contribuido de forma muy positiva al reconocimiento de esta clase de intolerancias, a hacerlas más conocidas y adaptarlas al ritmo diario de la sociedad, incluyendo los viajes y vacaciones.